Monumento al Almirante Merino / Museo Naval / Valparaíso
… venía regresando de la Catedral y me puse a meditar sobre lo que significaría en nuestro país católico y mariano vivir con un gobierno formado por un conjunto de marxistas ateos, sin ley, donde la moral cristiana desparecería, donde todas las normas de la ley de Dios se perderían en medio del materialismo corruptor.
José Toribio Merino Castro. Bitácora de un almirante.
En vísperas del golpe, Toribio no ha conseguido la jefatura de la Armada. La noche anterior, éste transmite su inquietud a Ismael Huerta: “Pinochet y Leigh son comandantes en Jefe; yo seré desleal”. Efectivamente, Merino no sólo se amotina contra el Presidente y la Constitución, sino también contra su superior jerárquico [el vicealmirante Raúl Montero Cornejo]. En sus memorias reconoce el cuartelazo:”Me había nombrado a mí mismo comandante en jefe”, ya que Montero no estaba de acuerdo con los actos que estaba desarrollando la institución”; “Asumí como comandante en Jefe, sin avisarle que lo había destituido. Es lo que afirma Salvador Allende en su último discurso en que lo acusa de haberse “autodesignado” comandante de la Armada.
La usurpación del cargo va a prolongarse hasta 1990.
Jorge Magasich Ariola. Los que dijeron “No”: el movimiento de los marinos antigolpistas de 1973.
A las 08.00 de la mañana del día 11 de septiembre de 1973, el almirante Merino, hizo pública una proclama que resume las razones del golpe:
Las Fuerzas Armadas, organismos esencialmente profesionales, no pueden permanecer impasibles ante el derrumbe de nuestra Patria y la desesperación de millones de chilenos. Esto no es un golpe de estado, pues es un tipo de esquema que no calza con nuestro modo de ser y repugna a nuestra conciencia legalista y profunda convicción cívica. Sólo se persigue el restablecimiento de un estado de derecho acorde con las aspiraciones de todos los chilenos, cuyo quiebre ha sido denunciado por la Ilustrísima Corte Suprema, como asimismo por la Cámara de Diputados que es el organismo fiscalizador y que lo ha hecho presente en extenso documento. El Poder Ejecutivo ha sido sobrepasado por las circunstancias y los elementos extremistas están destruyendo sin misericordia propiedades y vidas. El Ejecutivo ha carecido de la autoridad y firmeza para controlar esta situación desquiciadora de la convivencia pacífica a que estamos acostumbrados los chilenos. Esto no puede continuar y es nuestra firme intención detenerlo a la mayor brevedad. No tenemos, ahora ni en el futuro, compromisos con ningún partido político. Sólo gobernarán los más capaces y honestos. Formados en una escuela de civismo, de respeto por la persona humana, de convivencia de justicia y de patriotismo, no se persigue otra finalidad que no sea la felicidad de todos los chilenos, no importa cuál sea su posición, pero que puedan vivir en paz, tranquilidad y sin temor al mañana, ni de ellos, ni el de sus hijos.
Merino fue el promotor de un factor que hacía mucha falta en la Armada: las relaciones histórico-culturales que son tan necesarias para mantener la conciencia marítima de un pueblo (…) En 1974 se celebró por primera vez el “Mes del Mar” durante el mes de mayo con una serie de conferencias, celebraciones e innovaciones. Una fue que se adoptó oficialmente la denominación “Mar de Chile” a las aguas que bañan el territorio nacional. También se decretó que la canción oficial de la Armada sería “Brazas a ceñir”, compuesta por el sub-oficial músico Luis Melilla Toro.
Carlos López Urrutia. Historia de la Marina de Chile.
El Almirante José Toribio Merino fue el único miembro original de la Junta Militar que gobernó Chile entre 1973 y 1990, junto al General Pinochet. A diferencia de este último, Merino mantuvo un rol secundario pero no menos importante durante la dictadura. Sin embargo, una de sus características era sus controversiales declaraciones.
Merino solamente hablaba con la prensa los días martes y, a partir de 1983, sus frases dieron mucho que hablar. Merino, durante el conflicto con Bolivia, por la mediterraneidad de este país, se refirió a sus habitantes como “auquénidos metamorfoseados” que aprendieron a hablar pero no a pensar”, lo que tensionó aún más las relaciones entre ambos países. De igual forma, Merino acostumbraba a dividir a los chilenos entre “nativos y moscovistas” y a calificar a los comunistas como “humanoides”. Merino se defendía con una simple frase: “Yo no soy político, soy marino. Tengo derecho a decir lo que quiera”.
Anecdotario de la Historia de Chile
Merino fue uno de los primeros en comenzar a conjurar para derrocar a Salvador Allende. En sus memorias, resalta permanentemente el protagonismo que le correspondió en la preparación del golpe de Estado, señalando que fue urdido por miembros de la Armada a lo menos con un año de anticipación.
De esta situación, estaba en conocimiento el gobierno de Allende y sólo se esperaba la próxima Junta Calificadora -a realizarse a fines de 1973- para pasar a retiro a los vicealmirantes Merino y Carvajal, quienes además cumplían los 40 años de servicio activo reglamentarios. José Toribio Merino fue uno de los oficiales de la Armada que mantuvo estrechos contactos con las Fuerzas Armadas de Estados Unidos.
…
Merino pasó a presidir la Junta de Gobierno hasta 1990. El 8 de marzo de 1990, después de 50 años de servicio activo -diez más que lo reglamentario- se acogió a retiro voluntario de la Armada, reemplazándolo el almirante Jorge Martínez Bush. Se dedicó a escribir sus memorias y a pintar paisajes de Valparaíso. Producto de un cáncer, falleció el 30 de agosto de 1990.
Nosotros los sobrevivientes, acusamos
“Hablando con calor, pasión y a veces dolorido, el Almirante José Toribio Merino Castro explicó ayer por qué las Fuerzas Armadas y Carabineros habían asumido el Gobierno de Chile”
En la misma página debajo: Zarpó ayer el buque “Maipo” llevando a bordo altos elementos del régimen anterior y dirigentes de movimientos extremistas (…) trasladados en el buque a un lugar seguro del territorio nacional”
El Mercurio, Valparaíso, lunes 17 de septiembre de 1973.